Las ganancias de Tesla se desploman: Elon Musk dice que dedicará menos tiempo al Gobierno de Trump y más a su empresa Musk se ha enfrentado a una oleada de oposición por su trabajo con el presidente, lo que ha convertido a Tesla en un blanco cada vez más frecuente de protestas e incluso vandalismo.
El multimillonario tecnológico Elon Musk declaró este martes que a partir del próximo mes comenzará a dedicar más tiempo a Tesla y menos a su trabajo en el Gobierno de Donald Trump, lo que supone un alivio para los inversionistas del fabricantes de autos eléctricos,
hartos de su labor política, y apunta a un posible cambio de poderes en la Casa Blanca. Los comentarios de Musk se produjeron durante la conferencia telefónica de Tesla con inversionistas, tras la publicación de los resultados del primer trimestre, que arrojaron una caída considerable de las ganancias.
La empresa advirtió que el entorno político y los planes arancelarios de la Administración Trump suponían un reto para su negocio. “Creo que seguiré dedicando uno o dos días a la semana a asuntos gubernamentales mientras el presidente lo desee y mientras sea útil, pero a partir del mes que viene dedicaré mucho más tiempo a Tesla,
ahora que ya se ha completado la labor principal de crear el Departamento de Eficiencia Gubernamental”, afirmó Musk. Musk se ha enfrentado a una oleada de oposición por su trabajo con el presidente, Donald Trump,
lo que ha convertido a Tesla en un blanco cada vez más frecuente de protestas e incluso vandalismo. Musk ha reconocido que su incursión en la política ha afectado al precio de las acciones de la empresa. Tesla, que está tratando cada vez más de diversificarse hacia productos de alta tecnología como los robots,
indicó que sus beneficios cayeron 71%, hasta los 409 millones de dólares, en comparación con los 1,390 millones del mismo trimestre del año anterior. Las acciones de Tesla subieron alrededor de 4 % en las operaciones posteriores al cierre, aunque la empresa ha perdido el 50 de su valor desde su pico de mediados de diciembre.
Musk reiteró en la conferencia que tiene la intención de dar un giro a Tesla y pasar de su negocio consolidado de autos eléctricos a dos nuevos productos: robotaxis y robots humanoides, dos ideas que han despertado el escepticismo de los inversores.
Musk afirmó que Tesla sigue en camino de comenzar a vender viajes en robotaxis en Austin, Texas, en junio, lo que situaría a Tesla en competencia directa con Waymo, la empresa derivada de Google que lanzó los viajes en esos automóviles autónomos en marzo a través de la aplicación Uber.
Tesla afirmó que “la incertidumbre en los mercados automovilístico y energético” asociada a la “rápida evolución de la política comercial”, junto con “el cambio en el sentimiento político”,
podría tener “un impacto significativo en la demanda de nuestros productos a corto plazo”. También señaló que las actualizaciones de su modelo más vendido, el Model Y, que afectaron a su disponibilidad en el mercado, contribuyeron al déficit.
“Seguimos comprometidos con la expansión de nuestro modelo de negocio para incluir la entrega de robots autónomos en múltiples formatos y usos, impulsados por nuestra experiencia en inteligencia artificial en el mundo real,
a nuestros clientes y para su empleo en nuestras fábricas, mientras navegamos con estos vientos en contra”, afirmó la empresa. Afirmó que no estaba preparada para ofrecer previsiones sobre los resultados del resto del año —una decisión que también están tomando ot.
Tesla se ha jactado de fabricar “el auto más estadounidense”, pero sigue expuesta a los aranceles debido a las piezas importadas. Dijo que “revisaría” las directrices para 2025 en tres meses. “Es difícil medir el impacto del cambio en la política comercial mundial en las cadenas de suministro de la automoción y la energía, nuestra estructura de costos y la demanda de bienes duraderos y servicios relacionados”,
señaló Tesla en la sección de perspectivas de su informe. Musk se enfrenta a presiones en muchos frentes, entre ellos los inversionistas, quienes quieren que preste más atención a la empresa, y su trabajo en la Administración Trump, donde se ha ofrecido voluntario para recortar programas gubernamentales.
Musk ha mantenido sus funciones de director ejecutivo en Tesla y SpaceX, incluso aunque ha pasado gran parte de su tiempo con el presidente Trump y su Departamento de Eficiencia Gubernamental, el grupo encargado de reducir el gasto federal.
Una encuesta económica de CNBC All-America publicada este martes subrayó la profundidad del sentimiento negativo hacia Tesla y Musk: el 47% del público tenía una opinión negativa de la empresa, frente al 27 % que la veía de forma positiva, y la mitad tenía una opinión negativa de Musk, frente al 36% que lo veía de forma positiva.
“Tesla se ha convertido en un símbolo político en todo el mundo”, afirmó Daniel Ives, director general de Wedbush Securities, en una entrevista en la CNBC tras la publicación del reporte con los resultados. Ives afirmó que la controversia política ha perjudicado a Tesla no solo por la reducción de la demanda de vehículos,
sino también porque la empresa se ha convertido en blanco de aranceles de represalia por parte de otros países, como China. El informe con los resultados no mencionó explícitamente los repetidos actos de vandalismo contra los vehículos de.
Tesla ni las protestas pacíficas en sus salas de exposición, sino que citó el “cambio en el sentimiento político” como un obstáculo para la demanda.