EE.UU. excluirá artículos tecnológicos del plan de aranceles impuestos a China. Aunque dijo que no haría excepciones, Trump aceptó que unos 20 productos tecnológicos no sufran el arancel del 145% que habían programado.
Entre ellos están los teléfonos inteligentes y las computadoras, lo que alivia a empresarios y consumidores. El anuncio beneficiaría también a grandes empresas tecnológicas como Apple y Samsung y a fabricantes de chips como Nvidia y prepara el escenario para un probable repunte de las acciones tecnológicas el lunes .
EE.UU. — El gobierno de Estados Unidos anunció que excluirá dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes y laptops de los aranceles “recíprocos”, una medida que podría ayudar a mantener bajos los precios de los populares productos electrónicos de consumo que no suelen fabricarse en Estados Unidos.
El anuncio del viernes por la noche beneficiaría también a grandes empresas tecnológicas como Apple y Samsung y a fabricantes de chips como Nvidia y prepara el escenario para un probable repunte de las acciones tecnológicas el lunes .
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza indicó que artículos como teléfonos inteligentes , laptops, discos duros, monitores de pantalla plana y algunos chips calificarían para la exención. Las máquinas utilizadas para fabricar semiconductores también están excluidas.
Eso significa que no estarán sujetos a los aranceles actuales del 145% impuestos a China o a los aranceles base del 10% en otros lugares. Es el cambio arancelario más reciente del gobierno del presidente Donald Trump, que ha realizado varios giros en su plan masivo para imponer aranceles a productos de la mayoría de los países.
La exención parece reflejar la realización del presidente de que sus aranceles a China probablemente no trasladarán más manufactura de teléfonos, computadoras y otros dispositivos a Estados Unidos en el corto plazo, si es que alguna vez lo hacen,
a pesar de las predicciones del gobierno de que la guerra comercial impulsaría a Apple a fabricar iPhone en Estados Unidos por primera vez. Pero ese era un escenario poco probable después de que Apple pasara décadas construyendo una cadena de suministro finamente calibrada en China.
Además, tomaría varios años y costaría miles de millones de dólares construir nuevas plantas en Estados Unidos, y luego confrontar a Apple con fuerzas económicas que podrían triplicar el precio de un iPhone, amenazando con torpedear las ventas de su producto estrella.
La decisión de Trump de eximir al iPhone y otros productos electrónicos populares fabricados en China refleja el alivio similar que dio a esos productos durante la guerra comercial de su primer mandato en la Casa Blanca.
Pero Trump comenzó su segundo mandato aparentemente decidido a imponer los aranceles de manera más amplia esta vez, desencadenando un colapso en los valores de mercado de Apple y otras potencias tecnológicas.